Le pregunto a un ilustrado colega sobre cual es el momento arquitectónico en que nos encontramos y, tras dudar un instante, concluye que en la arquitectura actual no existe un frente único, sino un conjunto de distintas corrientes que se cruzan y entrelazan. O, como dirían los cursis, una confluencia de diversas sinergias que se retroalimentan..
Así que me quedo igual que estaba.
Por ello, de vez en cuando y mientras intento reciclarme y ponerme al día (prometo colgar un organigrama actualizado en cuanto lo tenga claro), vuelvo la mirada hacia atrás para pisar tierra firme y rescatar viejas sensaciones y posos de nuestra querida arquitectura que en su día me alegraron o sorprendieron y que ahora, en estos tiempos del rumiar, me entretienen y animan.
Y para ello, ¡cómo no!, vuelvo a Mies. A nuestro Mies.
![]() |
MIES VAN DER ROHE EN 1912 |