APUNTES PARA UNA ARQUITECTURA AUSENTE

APUNTES PARA UNA ARQUITECTURA AUSENTE



Impenitente : Adjetivo. Que persevera en un hábito.
Ausente : Nombre común. Aplicado a personas o cosas. De lo que se ignora si vive todavía o donde está



"Un artista verdadero es alguien que está preocupado por muy pocas cosas."
Aldo Rossi


"No habrá otro edificio"
Louis Kahn


sábado, 17 de marzo de 2012

LA CARCEL ENCARCELADA. MANUAL DE URGENCIA PARA CANDIDOS CIUDADANOS

Nuestras autoridades, tan amantes del patrimonio local arquitectónico, nos sorprenden una vez más, con la actuación edilicia que, finalmente, se ha perpetrado en el entorno de la antigua Carcel Modelo de Valencia.

La Cárcel Modelo de Valencia en 1903.© El Cañalber

Este edificio, sin uso desde el año 1991, en que su cometido se traslada al nuevo centro penitenciario de Picasent (Valencia), fue proyectado por Joaquín Belda  y construido entre los años 1890 y 1903. De gran fuerza formal, su disposición de planta radial enlaza con las corrientes tipológicas de la arquitectura carcelaria de principios del siglo pasado. A esta tipologia pertenecen, entre otras, la Cárcel Modelo de la Plaza de Moncloa en Madrid, y la de Barcelona, situada en su ensanche.

         Cárcel Modelo de Madrid.

Cárcel Modelo de Barcelona©UPBarcelona


Cárcel Modelo de Valencia.© P.Alcantara Benabent.


La Cárcel Modelo de Valencia conforma un conjunto de sólida y austera arquitectura. Constituida por cuatro naves con iluminación cenital las celdas se ubican en diecisiete calles. Las galerías se organizan panópticamente y unidas todas ellas en el punto central. Su crucero, sus muros de mampostería verdugada  y  la fuerza en su resolución consiguen un cuerpo de gran impacto visual y de un magnifico interés. Las diversas perspectivas que transmitían al transeúnte que se acercaba al edificio resaltaban su diversidad de matices volumétricos y formales.

Cárcel Modelo de Valencia.©OPHE. 

Cárcel Modelo de Valencia.©OPHE.

Este conjunto se merecía un tratamiento más respetuoso que expusiera y realzara sus valores propios. Tras el derribo de su muro perimetral y la eliminación de los inadecuados añadidos posteriores, rehabilitado el edificio, este debería haberse dejado totalmente exento. O bien  rodeado de un parque público o sobre un manto vegetal de baja altura de flora autóctona......  En fin, seguro que existen un cúmulo de soluciones de mayor interés y respeto.

Pero, tristemente, esto no va a ser así. En los espacios libres que quedan entre las alas y en las esquinas del lado norte de la parcela se están ejecutando unas torres, cuatro, destinadas a oficinas publicas (parece que no hay suficientes). Estas torres, tanto por su escala como por su ubicación, destruyen atropelladamente la composición original, imposibilitan el disfrute de cualquier perspectiva en la aproximación al edificio primigenio y, valga la redundancia, "encarcelan" a la misma cárcel.


domingo, 4 de marzo de 2012

¡ MAS MADERA PARA EL CENTRO HISTORICO !

Este es  un antiguo artículo que escribí, al alimón, con  mi colega y amigo Placido Gómez Cámpos y que se publicó, a  finales de 1991, en el diario LAS PROVINCIAS de Valencia.

Plano de Valencia con Centro Histórico. Padre Tosca. 1704.

Trataba de unas reflexiones respecto del Centro Histórico de Valencia, el casco antiguo más grande de Europa. Eran los primeros años de nuestra actividad profesional. Más jóvenes,  y con una gran dosis de ingenuidad, creíamos poder cambiar muchas cosas.

Como ya señaló Gil de Biedma :

 Que la vida iba en serio
          uno lo empieza a comprender más tarde
- como todos los jóvenes,
 yo vine a llevarme la vida por delante -


Releyéndolo ahora tras casi veintiún años después, encuentro que, aún desgraciadamente, sigue vigente en muchas de sus afirmaciones y que muchas de aquellos pronunciamientos que hacíamos, desde nuestra inocencia, no han encontrado respuesta todavía por quien le compete que, una vez más, son nuestros queridos diligentes políticos.

Algunas lineas de lo allí escrito me producen incluso un poco de ternura. Pero también de satisfacción. En ellas se percibe el pulso vital que nos animaba y que, seguramente, los años y las realidades vividas posteriormente, han atemperado un poco. De todas formas, como se dice vulgarmente, "los viejos roqueros nunca mueren" y aunque con un poco más de canas en el alma, creo que tanto Placido como yo mismo seguimos pensando igual. Bajo nuestra piel aún quedan rescoldos y brasas de aquellas manifestaciones y proclamas de optimista juventud.