APUNTES PARA UNA ARQUITECTURA AUSENTE

APUNTES PARA UNA ARQUITECTURA AUSENTE



Impenitente : Adjetivo. Que persevera en un hábito.
Ausente : Nombre común. Aplicado a personas o cosas. De lo que se ignora si vive todavía o donde está



"Un artista verdadero es alguien que está preocupado por muy pocas cosas."
Aldo Rossi


"No habrá otro edificio"
Louis Kahn


“Nada es tan peligroso en la arquitectura como tratar los problemas por separado”
Alvar Aalto


sábado, 25 de octubre de 2025

EL ARQUITECTO Y LOS OBJETOS COTIDIANOS

 



En la actualidad el diseño de objetos cotidianos, popularizados y al total al alcance de las economías medias, se ha configurado como una más de las artes integradas y próximas a la arquitectura, al igual que en su día lo hizo la escultura y la pintura. Zigzagueando, o en paralelo, y siempre al compás de las vanguardias artísticas de principios del siglo XX o de las posteriores como informalismo, el arte cinético, el minimal, el pop-art, la deconstrucción o hasta del mismo "art bin", su camaleónica versatilidad no ofrece dudas.

Con una agresiva publicidad, y con el potente brazo de la fabricación en serie de la industria, todo un universo de aparatos y objetos "diseñados", desde el más sofisticado mueble hasta el más modesto sacacorchos, nos inunda y desborda. Estamos definitivamente en la era del "todo diseño".

Es más. Fruto del consumismo y de la globalidad actual, el protagonismo de tanto singular objeto ha subido un peldaño en la escala social para quedar integrado en las corrientes más glamurosas que la mercadotecnia reserva para el esnobismo, el fetichismo y el pijerio contemporáneo, en similar manera a lo sucedido en el mundo de la ropa y sus complementos o en el de la cosmética y la belleza.

Esta fiebre fetichista propicia continuamente más de una cómica situación. Hoy en día, para estar en la modernidad, además de colgar en casa la manida litografía de Mondrian, hacer un hueco en la sala para exponer nuestro sillón Breuer o la mesa de imitación de Carlo Scarpa, es preciso disponer también, al menos, de un servicio de mesa de Kazuco Sejima  o de un salero de Peter Zumthor.  Y quien no distinga la silla  "Doctor No" de Philip Stark, de la "Tulip" de Saarinen corre el serio peligro de ser marginado de la pomada paleta artística e intelectual.

En este frenesí actual de todo diseño también se ha multiplicado el elenco de actores. Junto a las primas donas de la especialidad, una pléyade de diletantes creadores, desing managers, masters desing y otras faunas con enrevesados nombres, se extiende y nos amenaza por doquier constantemente. Hoy quien no "diseña" cree no ser nadie y todo el que tiene al alcance lápiz y papel se transfigura y se apunta a esta feria del más puro iconismo comercial. Las revistas de papel couche y de "decoración", perdidas generalmente en las más vulgares imágenes y en un lio semántico de acepciones rimbombantes, solo capaces de impactar a las cándidas amas de casa, tampoco ayudan.

En consecuencia, en esta nube del ""todo el mundo diseñando", la maraña donde se mezcla verdadero valor, ganga y quincalla promete ser inextricable.

Por ello, visto el tendencioso panorama sentimental en todo este asunto del mundo del diseño, y sin ánimo de devaluar tan numeroso aluvión de inteligencia iluminada y tanto diseñador deseoso de gloria, uno mantiene su sesgada querencia y tiende, obcecadamente, a fijarse con mayor atención y cariño en aquellos objetos que salen de manos de los arquitectos. Cierto que entre estos también se producen desatinos y que algunas de las figuras de nuestro particular star-system participan descaradamente en esta merienda comercial con aportaciones que no están a la altura de su obra arquitectónica. Pero, aún así y a estas alturas, un poco de chauvinismo gremial no quita el sueño.

Y dado que las ávidas firmas comerciales son las que presentan y venden los productos "diseñados por los arquitectos" como poseedores de un plus de calidad añadido, no seré yo quien plantee mayores reticencias al respecto. Al contrario, ante tanta última y continuada agresión a este colectivo cabrá remarcar, doblemente y en negrilla, el acertado papel que han desempeñado estos, desde siempre, en el diseño de los objetos que nos rodean.

Frente a la actual racanería en el reconocimiento de nuestra función social con que se nos amenaza últimamente, al  menos, que alguien se entere de que también estábamos en esto.

Porque, sin ánimo de pedantería y muy a pesar de tanto cateto, nuestra formación es de vocación humanista y universal y a estos quehaceres también nos inclina. Y como prueba, ahí queda el legado magnifico y continuo de mesas, sillas y otros tantos objetos diseñados por los arquitectos. El catálogo, que resulta interminable, nos es familiar y cercano por la asiduidad con que históricamente nos han rodeado y nos han hecho sentir un poco más feliz y cómoda la vida diaria.

Y es que los objetos diseñados por arquitectos, y perdóneseme la petulancia, siempre tienen una alma  especial. 



Servicios de mesa. Kazujo Sejima y Rieu Nishizawa. 1995. 


      
                  Sillon Cadaqués. Ferderico Correa . 1959
                         
 Sillón Charlotte. Mario Botta. 1994.
               


Servicio de mesa. Jean Nouvel. 2002.
            
Sillon Cisne. Arne Jacobsen. 1960.
                                   

                            
                          Jarra de leche Colombina.
                             Massimiliano Fuksas 1965.

                     

                    
                     Saleros. Zaha Hadid. 2005.
                                          
                     
                     Manivela. Leon Krier. 1990.
Manivela. Frank Ghery. 1986.


  
            
                             
                  Sillón Mandarin, Ettore Sotssas. 1986.

Salero.Peter Zumthor. 2012.
                   


             
                                     
                    Manivela H33. Vitorio Gregotti. 1993.



Lámpara PH4. Poul Heningsen 1953.



Cuberteria Mu, Toyo Ito. 2012.



                          
                                Sillón Varius. Oscar Tusquets. 1983.
        
               Manivela H311. Mario Bellini . 1972.


Sillónes. Oscar Niemeyer. 1990.


Mecedora. Frank Ghery. 1999.


Silla/sillon . Zaha Hadid. 2005.


                    
                           


Lampara con pie. Achille Castiglioni. 1970.

                                                        
Sillón con pie. Jean Nouvel. 2001.



Sillas Dar. Charles y Ray Eames. 1950.




Nota-  Respecto de este proceloso mundo del diseño y los arquitectos veasé también el articulo publicado en este Blog :  SILLAS, MESAS Y OTROS CACHIVACHES DE ARQUITECTOS

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