Las ciudades actuales son grandes
y ruidosas. Invaden nuestros sentidos con sus voces y aullidos. Sus turbulencias
nos impiden ver realmente como son. A primera vista se parecen a.un inmenso caleidoscopio
de esquinas, de neones y de personas de los cuales apenas si atisbamos su
esencia.
Pero existe otra ciudad más
profunda, más intima, más silenciosa, que subliminalmente entra en nuestra
mente sin que apenas nos demos cuenta.