John Pawson (Halifax 1949) es una de las figuras más representativas del minimalismo. Y tanto en lo artístico, como en lo moral, lo practica con una profunda radicalidad.
Viajero incansable, y a la búsqueda de respuestas a sus inquietudes, Pawson recorre durante su juventud multitud de paises del Lejano Oriente y durante un año se establece en Japón trabajando como simple aprendiz para el arquitecto y diseñador Shiro Kuramata y a quien reconoce como su primer maestro. De este recibe la influencia de la cultura Zen y de la belleza del lenguaje artístico simple y modesto de la filosofía del "wabi" basada en la “pobreza voluntaria" como camino para alcanzar la plenitud de una vida serena, en quietud y transcendencia.
Pawson también reconoce como referencias personales las figuras de Mies Van der Rohe, a quien admira por su búsqueda de la perfección formal, de Le Corbusier por su incansable activismo intelectual y de A.G. Fronzoni por la simplicidad de sus diseños. Y añade como en su retina siempre están presentes los paisajes calmados de su Yorkshire natal y la arquitectura de los monasterios medievales cistercienses como reflejos de una actitud de vida sencilla y modesta.
Con estas influencias Pawson comienza a zurcir el lienzo de lo que será su hacer arquitectónico en el futuro y siempre teniendo como meta el llevar a sus composiciones, y a la ejecución de sus espacios, la sencillez más extrema. Para ello propone alcanzar en sus obras lo que el mismo denomina el "mínimo irreductible" mediante la implacable reducción a lo estrictamente necesario y en todos los niveles, tanto artísticos como mentales, de las superposiciones, apariencias y comportamientos del ser humano.
Pawson define esta forma de minimalismo, tan personalmente entendida, como : "la perfección alcanzada por algo cuando es imposible que sea mejorado por sustracción. Esta es la cualidad que posee todo objeto en el que todos sus componentes, detalles y funciones se han reducido a lo esencial".