APUNTES PARA UNA ARQUITECTURA AUSENTE

APUNTES PARA UNA ARQUITECTURA AUSENTE



IMPENITENTE : Adjetivo. Que persevera en un hábito.
AUSENTE : Nombre común. Aplicado a personas o cosas. De lo que se ignora si vive todavía o donde está



"Un artista verdadero es alguien que está preocupado por muy pocas cosas."
Aldo Rossi


"No habrá otro edificio"
Louis Kahn


“Nada es tan peligroso en la arquitectura como tratar los problemas por separado”
Alvar Aalto


“Beauty is fitness expressed”
Sir Walter Armstrong


sábado, 25 de octubre de 2025

EL ARQUITECTO Y LOS OBJETOS COTIDIANOS

 

Cubertería. Joseph Hoffman. 1904.


En la sociedad actual el diseño de los objetos cotidianos, popularizados y al alcance de las economías medias, se ha configurado como una más de las artes aplicadas. Esta actividad, que ha incorporado paulatinamente los ideales de composición y creatividad, se ha instalado en las cercanías del discurso de la arquitectura, tal como ha sucedido históricamente, salvando las distancias y en un proceso de reciproca retroalimentación con las artes denominadas mayores como la escultura o la pintura. 

Zigzagueando o en paralelo pero siempre al compás, bien de las primeras vanguardias artísticas del siglo XX o de otras posteriores como el informalismo, el arte cinético, el mininal, el pop-art, la deconstrucción o hasta el mismo art bin, la camaleónica versatilidad de este campo del diseño no ofrece dudas.

Con una agresiva publicidad, y con el potente brazo de la fabricación en serie de la industria, ahora, todo un universo de aparatos y objetos "diseñados" nos inunda y nos desborda. Desde el más sofisticado mueble hasta el más modesto sacacorchos. Estamos definitivamente en la era del "todo diseño".

Es más. Fruto del consumismo y de la globalidad actual, el protagonismo de tanto común objeto ha subido un peldaño en la escala social para quedar instalado entre las corrientes más glamurosas que la mercadotecnia reserva para el capricho, el esnobismo y el pijerio contemporáneo, en similar manera a lo sucedido en el mundo de la ropa y sus complementos, o en el de la cosmética y la belleza.

Esta particular fiebre fetichista propicia continuamente más de una cómica y cateta situación. Hoy en día, para estar en la modernidad, además de tener colgada en casa la tan manida litografía de Mondrian, el hacerle un hueco en la sala al sillón Breuer, o tener una mesa de Carlo Scarpa (de imitación), es preciso disponer, también y al menos, de un servicio de mesa de Kazuco Sejima o de un salero de Peter Zumthor. Y quien no distinga la silla "Doctor No" de Philip Stark de la "Tulip" de Saarinen, corre el serio peligro de ser marginado de la pomada artística e intelectual de esta feria de vanidades.


Sillón Doctor No". Philip Stark.1997.



Silla Tulip  Eero Saarinen. 1955.



Servicios de mesa. Kazujo Sejima y Rieu Nishizawa. 1995. 



En este frenesí actual del "todo-diseño" también se ha multiplicado el elenco de actores. Junto a las primas donas de la especialidad, una pléyade de diletantes creadores, desing managers, masters desing  y otras faunas con enrevesados nombres, se extienden y nos amenazan por doquier constantemente. Hoy quien no "diseña" cree no ser nadie y todo el que tiene al alcance lápiz y papel se transfigura y se apunta a esta feria comercial del más puro iconismo. Las revistas de papel couche y de "decoración", generalmente perdidas en un volcán de imágenes y un lio semántico de acepciones rimbombantes, solo capaces de impactar a las cándidas amas de casa, tampoco ayudan en demasía a desgranar el polvo de la paja.

En consecuencia, en esta nube del ""todo el mundo diseñando" la maraña entre verdadero valor, ganga y quincalla promete ser inextricable.

domingo, 3 de agosto de 2025

EL GUANXI Y LA "RARA" ARQUITECTURA CHINA. SUS FRACASOS Y ESPERANZAS.

 

HOTEL TIANZI. LANG FANG.2016.


En un  articulo anterior comenté algunas de las aventuras y desventuras de los arquitectos valencianos que han emprendido la, al parecer, necesaria y obligada peregrinación laboral a la mítica China.

( Véase en este blog " Aventuras y desventuras de los arquitectos valencianos por la tierras de Fu Manchu"")

Reparo ahora en otros aspectos, también relatados por algunos de nuestros adelantados por aquellas tierras y que me dejan un poco perplejo haciéndome rumiar, unos instantes, sobre las circunstancias de lo que ya se conoce como la “rara” arquitectura china actual.

Así, leo primero las declaraciones de un colega, que ya ostenta algún encargo singular por aquellos lares, y que nos ilustra sobre la filosofía que sigue en su trabajo para el promotor amarillo «modelo urbano, que fusiona los bloques urbanos tradicionales europeos, las modernas torres chinas y el paisaje agrícola productivo. Un lugar donde las personas pueden vivir, trabajar y descansar".

Y concluye :  Alli hay más ambición urbanística que en Europa. Además, los honorarios son más elevados”.

Mi inquietud se acelera ante el coctel edilicio descrito, - bloques urbanos europeos - modernas torres chinas (¿? ) - paisaje agrícola -, y tras releer su última frase me da incluso un subidón mental : ¡ Mayor ambición urbanística que en Europa y además con honorarios más elevados !. ¡Toma ya!..

lunes, 7 de julio de 2025

COMO MIRAR UN EDIFICIO (2). LA VERDAD DEL EDIFICIO HONESTO.




 "La Arquitectura no son cuatro paredes y un tejado sino el espacio y el espíritu que se genera dentro".

                                                                                                                            Lao Tsé 


En esta segunda entrega abordaremos otra manera de como mirar un edificio.

Será preguntándonos que nos dice de la época en que fue realizado y como se relacionó con ella

 (Véasé también en este blog  COMO MIRAR UN EDIFICIO (1). CUANDO UN EDIFICIO ES FELIZ)

Para ello, ahora, las preguntas serán : ¿Ha sido honesto este edificio con su tiempo y sus gentes?. ¿Ha reflejado su espíritu?. Y, ciertamente, la respuesta a esta cuestión puede resultar complicada en bastantes ocasiones..

Un edificio se ha conformado, según su momento, de la mano del albañil, del maestro de obras o del arquitecto. Y si estos fueron también  honestos  y capaces, intentarían plasmar en el sus conocimientos y los ideales sociales correspondientes a su tiempo.

El edificio honesto quiere ser pleno y consecuente con su tiempo y su gente. Y , si no lo fue  en su ideación inicial se depurará, en su espíritu y en sus formas, a la búsqueda de su optima finalidad. Y buscará el tipo final a través de la experiencia.

Para intentar comprender estas sensaciones nada mejor que recorrer algunos ejemplos de la historia, que aun siendo tan conocidos, todavía nos sorprenden.

domingo, 8 de junio de 2025

HISTORIAS DE LA ESCUELA DE ARQUITECTURA DE VALENCIA (3) . LOS PROYECTOS.




En nuestra Escuela de Arquitectura, a finales de los setenta, las asignaturas de Proyectos eran las que nos daba las mayores alegrías y los más terribles pesares. Estructuradas en tres cursos a partir del tercer año, más el Proyecto Final de Carrera como colofón, nos deslumbraban, las amábamos y nos mataban.

En la mitología académica esta mágica triada, con su aura de prestigio y enjundia, sobrevolaba mayestáticamente sobre el resto de las otras materias. Todos sabíamos que eran la reina-madre del programa docente y que su conocimiento sería el embrión fundamental de nuestro aprendizaje.

Lo habitual, salvo para los elegidos, era el acceder lenta y difusamente a la comprensión y el conocimiento de lo que significaba proyectar. Mi caso no fue una excepción y solo cuando llegué a los últimos cursos comencé a tener una ligera consciencia de ello. Y eso que siempre aprobé estas asignaturas a la primera, excepto en Proyectos II donde, como ya he contado en otro articulo, me cascaron un 4,75 por no poner suficientes armarios en las viviendas proyectadas. Este era el nivel. (Véase en este blog el articulo “Elogio del armario, del pasillo y del recibidor”).

¿Por qué como aprender a proyectar?. 

Nuestra juvenil impaciencia, ansiosa de resultados instantáneos, junto a la habitual inexperiencia en que vegetábamos y el mejorable bagaje cultural, aun en ciernes, con que muchos llegábamos a la Escuela, difícilmente casaban, es más, claramente chirriaban al confrontarse con esta disciplina demandante, entre otras capacidades, de una manifiesta cultura artística y técnica, grandes dosis de análisis y de síntesis, de acumulada experiencia y de holgados tiempos de reflexión y maduración, cuestiones estas que solo podían adquirirse muy parcialmente en los cortos y apresurados años de nuestro paso por la Escuela.

A esta tarea tampoco ayudaban muchos de los vicios docentes de la época y a los cuales nuestra Escuela no era ajena. Trufada de las contradicciones estructurales propias del sistema convivían, amalgamados, rescoldos de comportamientos autoritarios pasados, heredados de la etapa política anterior, y la frecuente confusión de roles en buena parte del alumnado y hasta en el mismo cuerpo docente. (Se tenia a gala el ser todos muy colegas por aquel entonces).

Y en cuestiones internas se producían sucesos de mayor calado tales como las desvergonzadas practicas endogámicas de acceso a la docencia, por familias y asignaturas, o las valiosas perdidas de profesores de gran talento y criterio, tras trayectorias azarosas con abandonos o ceses, ninguneados o relegados por tristes razones burocráticas, luchas internas, o por su no pertenencia a la oportuna capilla de turbios intereses académicos y personales.

Como guinda final, incomprensible y fácilmente reparable, era habitual la ingrata descoordinación entre los contenidos de materias, troncales o auxiliares, y sus imposibles calendarios.

Todo esto, obviamente, se reflejaba y se percibía también en el Departamento de Proyectos Arquitectónicos de aquel entonces.

A pesar de ello, la ilusión y la perseverancia nos mostraban algunas claves para abordar la maravillosa tarea del proyectar : analizar y sintetizar con rigor y sensatez, no perder de vista la historia y husmear el futuro, seguir estrechamente a los maestros y aprender de sus rebeldías, o trasegar con un sin fin de dibujos y bocetos, muchos con destino final en la papelera tras largas horas de reflexión sobre el tablero y bajo el viejo flexo. Estas eran las armas con las que uno debía contar

Aun sabiendo de la necesidad de estos menesteres, muchos ni a la primera, ni a la segunda ni a la tercera conseguíamos fácilmente despegar y manejar las innumerables variables del complicado universo de la teoría y la practica de la ideación. En los periodos de extravío proyectual afloraba la desazón y la autoestima rodaba por los suelos.

En compensación, cuando, tras jornadas plagadas de dudas uno creía avistar en el horizonte, entre tantos trazos y borrones gráficos y mentales, un retazo de posibilidad en su puzle compositivo y, además, podía sustentarlo con cierta carga teórica robada apresuradamente de alguna publicación, la dicha era inexplicable. Aun no éramos muy conscientes que el proyectar una modesta vivienda, un funcional colegio o un pomposo museo era una continua reflexión sobre la personas y sus vidas.

Como conclusión existencial se intuía que, tanto con el auxilio del profesorado o sin el, cada uno tendría que recorrer su solitaria y personal travesía en esto del proyectar y, entre luces y sombras, buscar, intuir y tal vez encontrar. Y también se presentía que este ejercicio no terminaría cuando, finalizados los estudios, colgáramos nuestra placa en el portal. Sería, seguramente, un largo viaje de muchos años.


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MIES VAN DER ROHE ERA NUESTRO CAMPEON DEL RACIONALISMO
CASA CON TRES PATIOS. 1934.



LA ASIGNATURA "ELEMENTOS DE  COMPOSICION"

En el segundo año de la carrera, y como antesala a los cursos de Proyectos, se impartía una asignatura denominada ELEMENTOS DE COMPOSICION (creo que aun continua con este nombre) y en la que, a modo de aperitivo, uno se iniciaba en pequeños temas proyectuales y en el conocimiento básico de la semántica y la sintaxis del lenguaje de la arquitectura.

En mi curso, esta asignatura la impartían entonces los profesores José Luis Gisbert y Juan de Otegui, arquitectos muy involucrados en la tarea pedagógica, con muy buen conocimiento profesional y mejor información sobre la arquitectura del momento. Con ellos descubrimos y diseccionamos algunas obras de los Five Architecs, recién publicado su mítico libro, y también conocimos y exploramos los primeros episodios de la tendenza italiana y de otras movidas que nos llegaban del exterior.

Visto ahora, me parece que los temas planteados en esa asignatura aunque parecían de entrada triviales, en su misma exposición contenían una deliberada carga que alentaba permanentemente la revisión y autocritica de nuestros personales códigos y percepciones sociales, obligándonos a enfrentarnos, consciente o inconscientemente, con los prejuicios con los que muchos veníamos de casa. Al menos, así lo percibí y experimenté.

sábado, 10 de mayo de 2025

SIEGFRIED KRACAUER. UN AQUITECTO A LA ESPERA.



Siegfried Kracauer (Frankfurt 1889 – Nueva York 1966) se graduó en arquitectura en la Königlische Bayerische Technische Hochschule de Múnich en 1911. Intelectual y estudioso empedernido, en su libro “Escritos sobre Arquitectura”, realizó un análisis muy perspicaz de la arquitectura alemana de su tiempo y de aquellas vanguardias que marcaron el panorama internacional inmediato en el devenir de la arquitectura moderna.

Y aunque Kracauer no se prodigó en demasía en su profesión, pues solo trabajó como arquitecto unos pocos años en un estudio privado de Frankfurt y en la Oficina Técnica de Osnabruck, durante el resto su vida siempre se comportó como tal.

En su aspecto más sintético y universal, Kracauer señalaba que la arquitectura solo era "una más de las teselas del mosaico de la construcción de la vida".

Las referencias que nos han llegado de Kracauer nos lo presentan como un personaje asociado a un difuso concepto de “extraterritorialidad permanente” y situado en tierra de nadie. El mismo se definía como la insignificante ginesta o la verde retama que proliferan en los márgenes de los caminos y que muchos viajeros ignoran. También se comparaba con el inepto y desconcertado soldado Scheik, personaje literario de las novelas de Jaroslav Hasek y, al igual que aquel, confesaba que durante la Primera Guerra Mundial solo sirvió para la tarea militar “poco gloriosa, pero tan digna y necesaria, de pelar patatas contra el enemigo”.

Tras aparcar el ejercicio de su profesión, en su vertiente más inmediata del proyectar y construir (que una gran mayoría de arquitectos aun supone como la única existente), Kracauer dedicó el resto de su vida a ejercer, como Walter Benjamin describiria, de “observador de la realidad social que le rodeaba” y a escribir hermenéuticos libros y artículos sobre lo que se podría definir como “una recolección y rescate de los fenómenos marginales de la cultura”. Kracauer lo denominaba como “una búsqueda en pos de vistas y modos de ser”. Estas “vistas” versaban tanto sobre aspectos de la teoría del arte, la historia, la arquitectura, la sociología, la filosofía y la critica de cine.

En 1921 comenzó a escribir para el influyente Frankfurtter Zeitung publicando un sustancioso numero de artículos. Pero cuando la línea editorial del periódico fue virando hacia posiciones afectas al nazismo, la figura de Kracauer, con sus constantes apelaciones al compromiso de las libertades democráticas, fue tornándose mas incomoda y molesta para la dirección del diario. Paulatinamente se le redujo el sueldo, se le desalojó de su propio despacho personal y sus artículos comenzaron a ser rechazados o censurados por sus superiores. Y, como era de esperar, fue finalmente despedido.

lunes, 3 de marzo de 2025

¿ LOS CAMINOS DE LA ARQUITECTURA ACTUAL ?. EL MAPA- BRUJULA DE ZAERA- POLO Y FERNANDEZ-ABASCAL

    


En la Escuela de Arquitectura de Valencia, a finales de los años setenta, nos lo montábamos bastante bien con lo de las tendencias emergentes en la arquitectura del momento. No es preciso subrayar lo diletantes que éramos.

En aquellos días nos parecía fácil manejar “el-quien-es-quien” de la arquitectura contemporánea. Los esquemas eran relativamente sencillos y hasta se podían ordenar cronológicamente en sentido vertical y horizontal. Los organicistas por aquí, los racionalistas por allá, el historicismo por arriba, la tendenza a un lado, los metabolistas en el otro, el naciente posmodern por abajo, etc., etc. Como no sabíamos más, nuestros sencillos gráficos nos parecían claros y ordenados.

Pero desde entonces, y aceleradamente en los últimos tiempos, la cosa se ha complicado. Tras el lío del posmodern (del que solo vislumbrábamos entonces que ya estaba en puertas), del posterior deconstructivismo, de la arquitectura bloboidale, de la anarquitectura, de neofuncionalismo, de la dis-arquitectura, del landform y de otras tantas gaitas posteriores – que ya no se ni nombrarlas - la verdad es que hace tiempo que uno se pierde con facilidad.

Consulto al respecto con un colega ilustrado y me dice que es porque ahora estamos en la transversalidad permanente. Presumo que también en una perversa diagonalidad y envueltos en un infernal paraboloide que justifica todo dislate.

Este desconcierto personal tal vez se deba, así mismo, a la cortedad de la perspectiva desde la que miro. Añádase a ello la habitual confusión en que uno vegeta a pesar de tanta revista especializada (hoy en horas bajas por la dictadura de las redes) y de la mezcolanza de tantos congresos sobre arquitecturas-nada, de jornadas avanzadas, de mini-jornadas aún más avanzadas y de abrumadoras conferencias y mesas de trabajo sobre futilidades similares. Y todo ello soportando, al tiempo, el agobiante torpedeo de la multitud de imágenes que aterrizan por la pantalla del ordenador.

Concluyo, finalmente, que mi general despiste es precisamente por todo ello. Los AsymptoteKengo Kumani-architecsmad officePei-Zhu, y tantos otros, revolotean imparablemente sobre mi cabeza en una confusa sopa de letras y me producen el natural trastorno. Son tiempos pantanosos y de mudanza en la arquitectura.

Así que, para ponerme al día y ver si llego a buen puerto en esto de la arquitectura actual, intento refrescar algunas de las publicaciones más solventes sobre el tema .

Y como no se trata de desempolvar los voluminosos tratados y mamotretos de historiadores y demás críticos al uso, buceo ahora a la búsqueda de esquemas gráficos y sintéticos que, a modo de prontuarios inmediatos, se puedan tener siempre a mano para una consulta rápida y así evitar el poner cara de haba cuando algún vecino progre me dice que pretende hacer su casa en estilo “normcore” (que en realidad ni el sabe lo que es y lo habrá leído en alguna revista de esas de hogar y decoración) o cuando un conocido impertinente me pregunta sobre este o aquel arquitecto (que también habrá visto en el archdaily ese) y del que uno no sabe ni de su existencia.

Buscando estos guiones-chuleta me topo primero con los arboles evolutivos de Charles Jenks, ciertamente muy conocidos e incluso ya un poco clásicos, (¡como pasa el tiempo!). Así que los aparco de momento.

Reparo, a continuación, en un diagrama que Alejandro Zaera-Polo y Guillermo Fernández-Abascal confeccionaron hace pocos años. En su momento fue como un cubo de agua fría sobre tanta fantasía personal acumulada pero como me pareció, y me parece, muy solvente y actual ahora lo rememoro y así de paso recargo las pilas.


LA BRUJULA POLITICA DE LA  ARQUITECTURA GLOBAL

Este diagrama, al que sus autores denominan brújula, proviene de un articulo publicado en 2018 como revisión de otro anterior de 1998. O sea, que es muy actual y se advierte, al instante, que sus autores conocen muy bien el tema.

El axioma de salida de este mapa-brújula, tal como manifiestan Zaera-Polo y Fernández Abascal, es que la arcadia feliz en la que estaban instaladas las ultimas arquitecturas tecno-paramétricas / globalizadas / tecno-corporativas, y demás corrientes adláteres de la posmodernidad mundial se desmoronaron bruscamente, con un antes y un después, tras el colapso de la etapa capitalista con la crisis del 2008. (Lehman Brother y todo el lio ese de los sistemas financieros).

Tras esta debacle, la arquitectura paramétrica, como mascaron de proa de la arquitectura estrella y a la cabeza de este orden reinante, que basaba su proyecto estético en los grandes edificios de geometrías espectaculares y tecnologías complejas solo posibles de ser diseñadas y calculadas mediante ordenadores, quedó entonces barrida y con un encefalograma plano a futuro.

La tesis, tras el descalabro, es que desde entonces la arquitectura actual ya no se rige solo por la sucesión de los diversos juegos estilísticos, o por la dictadura algorítmica, en el diseño con mayor o menor carga teórica si no, y en principal manera, por la asunción y la vuelta de sus protagonistas a posiciones más comprometidas políticamente. Posiciones estas ciertamente olvidadas en las décadas anteriores en la que los arquitectos, instalados en una falsa asepsia y un cómodo autismo, no miraban más allá de su propio ombligo y solo de reojo, como referencia, en el rutilante espejo de los arquitectos estrella.

El corolario final, tras esta debacle, es que solo las arquitecturas emergentes, que ya se estaban posicionando como alternativa a la etapa del tardo-capitalismo, son las que tienen alguna posibilidad de supervivencia.

En consecuencia, este mapa-brújula se centra en los trabajos de los estudios de arquitectura más jóvenes y sensibles que han abandonado las practicas usuales del parametricismo o las variantes del posmodern. Por ello, deliberadamente, en el mapa-brujula se renuncia a incorporar a los arquitectos mas conocidos y establecidos en los circuitos anteriores, si bien algunos de estos, los que olfatearon los nuevos vientos de cambio, se reciclan y siguen presentes en ciertos episodios actuales.



LA BRUJULA POLITICA DE LA ARQUITECTURA GLOBAL

Este mapa-brújula es, formalmente, un diagrama sincrónico y circular y funciona tanto en forma centrifuga como centrípeta donde las tendencias mas radicales se posicionan en el borde exterior para hibridarse con las contiguas a medida que se recorre hacia el centro.