APUNTES PARA UNA ARQUITECTURA AUSENTE

APUNTES PARA UNA ARQUITECTURA AUSENTE



IMPENITENTE : Adjetivo. Que persevera en un hábito.
AUSENTE : Nombre común. Aplicado a personas o cosas. De lo que se ignora si vive todavía o donde está



"Un artista verdadero es alguien que está preocupado por muy pocas cosas."
Aldo Rossi


"No habrá otro edificio"
Louis Kahn


“Nada es tan peligroso en la arquitectura como tratar los problemas por separado”
Alvar Aalto


“Beauty is fitness expressed”
Sir Walter Armstrong


sábado, 10 de mayo de 2025

SIEGFRIED KRACAUER. UN AQUITECTO A LA ESPERA.



Siegfried Kracauer (Frankfurt 1889 – Nueva York 1966) se graduó en arquitectura en la Königlische Bayerische Technische Hochschule de Múnich en 1911. Intelectual y estudioso empedernido, en su libro “Escritos sobre Arquitectura”, realizó un análisis muy perspicaz de la arquitectura alemana de su tiempo y de aquellas vanguardias que marcaron el panorama internacional inmediato en el devenir de la arquitectura moderna.

Y aunque Kracauer no se prodigó en demasía en su profesión, pues solo trabajó como arquitecto unos pocos años en un estudio privado de Frankfurt y en la Oficina Técnica de Osnabruck, durante el resto su vida siempre se comportó como tal.

En su aspecto más sintético y universal, Kracauer señalaba que la arquitectura solo era "una más de las teselas del mosaico de la construcción de la vida".

Las referencias que nos han llegado de Kracauer nos lo presentan como un personaje asociado a un difuso concepto de “extraterritorialidad permanente” y situado en tierra de nadie. El mismo se definía como la insignificante ginesta o la verde retama que proliferan en los márgenes de los caminos y que muchos viajeros ignoran. También se comparaba con el inepto y desconcertado soldado Scheik, personaje literario de las novelas de Jaroslav Hasek y, al igual que aquel, confesaba que durante la Primera Guerra Mundial solo sirvió para la tarea militar “poco gloriosa, pero tan digna y necesaria, de pelar patatas contra el enemigo”.

Tras aparcar el ejercicio de su profesión, en su vertiente más inmediata del proyectar y construir (que una gran mayoría de arquitectos aun supone como la única existente), Kracauer dedicó el resto de su vida a ejercer, como Walter Benjamin describiria, de “observador de la realidad social que le rodeaba” y a escribir hermenéuticos libros y artículos sobre lo que se podría definir como “una recolección y rescate de los fenómenos marginales de la cultura”. Kracauer lo denominaba como “una búsqueda en pos de vistas y modos de ser”. Estas “vistas” versaban tanto sobre aspectos de la teoría del arte, la historia, la arquitectura, la sociología, la filosofía y la critica de cine.

En 1921 comenzó a escribir para el influyente Frankfurtter Zeitung publicando un sustancioso numero de artículos. Pero cuando la línea editorial del periódico fue virando hacia posiciones afectas al nazismo, la figura de Kracauer, con sus constantes apelaciones al compromiso de las libertades democráticas, fue tornándose mas incomoda y molesta para la dirección del diario. Paulatinamente se le redujo el sueldo, se le desalojó de su propio despacho personal y sus artículos comenzaron a ser rechazados o censurados por sus superiores. Y, como era de esperar, fue finalmente despedido.