APUNTES PARA UNA ARQUITECTURA AUSENTE

APUNTES PARA UNA ARQUITECTURA AUSENTE



Impenitente : Adjetivo. Que persevera en un hábito.
Ausente : Nombre común. Aplicado a personas o cosas. De lo que se ignora si vive todavía o donde está



"Un artista verdadero es alguien que está preocupado por muy pocas cosas."
Aldo Rossi


"No habrá otro edificio"
Louis Kahn


domingo, 8 de agosto de 2021

LA CASA DEL ARQUITECTO (2). KONSTANTIN MELNIKOV

                          



Konstantin Mélnikov  (1890-1974) es la figura principal de la etapa inicial del constructivismo ruso.
De familia humilde, estudia pintura en su juventud y se gradúa en Arquitectura en 1917. Sus primeras obras son aun convencionales pero tras asistir a  la Escuela del Estado de Moscú, en 1923, su estilo cambia radicalmente.
Apoyado por el aparato revolucionario comienza una línea de innovación en encargos de alto nivel, como el Mausoleo de Lenin  y el Pabellón Soviético en la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales Modernas de París.



Pabellón de la URSS en Exposición Internacional en Paris. Konstantin Mélnikov. 1925


En Paris contacta con Le Corbusier y a Robert Mallet-Stevens, impregnándose de los nuevos aires racionalistas que corren por Europa. Tras la Revolución Rusa desarrolla el nuevo plan urbano de Moscú.

La arquitectura de Mélnikov es difícil de clasificar. En sus primeros momentos utiliza un uso experimental de materiales con cierta atención a la funcionalidad, lo que le acerca a los expresionistas anteriores a la Primera Guerra Mundial, como Mendelshon, Taut o Tatlin.

En sus escritos Mélnikov declara que sus edificios debían expresar los valores soviéticos revolucionarios sin renunciar a la expresión personal que reivindicaba como la fuente del diseño más apropiada.

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Club Rusakov. Moscú. Konstantin Meknikov. 1927. Planta y sección


Club Rusakov. Moscú. Konstantin Meknikov. 1927.


Garaje Gosplan. Moscú. Konstantin MélniKov.1936.



Concurso para el diario PRAVDA. Konstantin MélniKov.1928.



Monumento a la Internacional. Konstantin MélniKov.1926.



Garaje Moscu. Konstantin MélniKov.1930.


LA CASA KONSTANTIN MELNIKOV

Con todo, su obra más extraña, y la que ha quedado en los anales como paradigma de su arquitectura, fue su propia vivienda. 

La casa Mélnikov ha sido considerada durante muchos años como aberrante pero, con el paso del tiempo, se ha convertido en un icono de la arquitectura soviética de principios del siglo XX.

La Casa Mélkinov consiste en dos cilindros maclados en cuya piel se insertan unos alucinantes huecos hexagonales que confieren al conjunto un aire que raya entre la magia y el esperpento. Rematada con cubierta plana y una gran cristalera en su fachada principal, la casa fue un banco de pruebas formal del propio arquitecto.


Casa Mélkinov. 1927. Fachada principal .


Casa Mélkinov. 1927. Fachada Posterior.

Casa Mélkinov. 1927. Fachada Posterior.

Si bien Mélnikov no se consideraba expresionista, es clara su sintonía con esta corriente. En la vivienda permanece el simbolismo de las formas geométricas de Scheerbar y las formas más orgánicas de Mendelsohn. 

La razón de su forma cilíndrica se basó en la creencia de Mélnikov de que con esta forma de construcción se economizaba en la utilización de materiales, de difícil obtención y controlados por el estado en aquel entonces.

A esto unía la obtención de una estructura de gran resistencia  basada en muros de ladrillo a la manera de las viejas torres rusas del siglo XVI. Creaba así una malla de ladrillo de urdimbre hexagonal de forma que las aberturas, que luego le parecían innecesarias, podían ser rellenadas. Con este concepto el edificio no necesitaba pilares.


Casa Mélkinov. 1927. Muros de carga de ladrillo.



Casa Mélkinov. 1927. Muros de carga de ladrillo.

En la planta baja se ubican la parte pública de la vivienda: vestíbulo, comedor y cocina. La distribución es extraña. Un eje une los dos cilindros hasta la parte final del segundo cuerpo pero que, al tiempo, se ve distorsionado. El comedor atraviesa oblicuamente este eje y las escaleras situadas en la confluencia de los dos cilindros obligan a observar las habitaciones superiores de forma oblicua y no frontalmente.

Casa Mélkinov. 1927. Plantas de distribución.

En la planta primera se desarrollan dos estancias. El dormitorio que con su peculiar decoración ocupa toda la planta de uno de los cilindros y una amplia sala de estar.  Esta sala contrasta con el ambiente del dormitorio, en el otro cilindro, con techos bajos e iluminado por las pequeñas ventanas con forma de rombo.

Casa Mélkinov. 1927. Estudio


Casa Mélkinov. 1927. Dormitorio

Casa Mélkinov. 1927.


Casa Mélkinov. 1927. Tocador.


En planta segunda se ubica el estudio particular de Melnikov. También con doble altura, situado encima del dormitorio e igualmente iluminado por las ventanas romboidales. El estudio cuenta con una galería que comunica con una terraza ubicada encima de la sala de estar. La terraza tiene vistas sobre el estudio y éste a su vez, las tiene sobre la sala de estar, creando un sutil equilibrio entre continuidad y separación.

Casa Mélkinov. 1927. Axonometrica


Casa Mélkinov. 1927. Sección.

Los forjados utilizados resultaron innovadores para su época. En la planta, de nueve metros de diámetro, las vigas convencionales resultaban antieconómicas en aquel contexto, por lo que Mélnikov ideó un armazón a base de delgados tablones de madera, rigidizados y arriostrados por suelos y techos de tableros machihembrados y orientados en diferentes direcciones.
La cimentación prevista originalmente en hormigón vertido fue reemplazada por escombros apisonados y los muros exteriores e interiores acabados con yeso blanco. Los huecos que no fueron cerrados con cristales, se rellenaron con barro o escombros. El propio Melnikov señalaba: «La escasez nos hace buscar nuevas soluciones»

Casa Mélkinov. 1927. Armazón de madera para los forjados.

Casa Mélkinov. 1927. La casa en la actualidad.
                                    
La historia del constructivismo soviético ha resultado calamitosa. Igualmente, los últimos años de la vida de Mélnikov fueron tristes y amargos. Repudiado por el sistema y el aparato estatal, se dedicó únicamente a la pintura y a convertir, junto con su hijo, su casa en museo de sus obras. Falleció sin ningún reconocimiento y en el olvido.

Konstantin Mélnikov  (1890-1974

  


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