El arquitecto impenitente ha
viajado a Venecia para ver la Bienal de Arquitectura 2016.
Ya lo hizo en la
anterior edición del 2014 y entonces quedo defraudado. El mensaje de Rem Koolhaas, comisario de la exposición, era entonces pesimista y decepcionante:
La arquitectura languidecía y se moría lentamente.