Bruce Alonzo Goff (1904-1982) es uno de los arquitectos del siglo XX más inmerecidamente olvidado. Y, desde luego, en la Escuela de Arquitectura de Valencia jamás nos hablaron de él.
Su trayectoria no ha sido suficientemente reconocida y solo en estos últimos tiempos comienza a despertar cierto interés.
Y ello es porque Goff fue un autentico solitario que recorrió su particular camino al margen de los movimientos arquitectónicos vigentes en su época.
Amigo muy intimo de Frank Lloyd Wright, con quien se carteaba, era reconocido por el vanidoso maestro de Taliesin como verdadero colega y como un arquitecto de talento. Pero aun con esta notable influencia, Goof desarrollo su propio lenguaje y jamas se sometió a ningún estilo ni movimiento.
Amante furibundo de la naturaleza, compenetró su obra con esta, al tiempo que rompía con los tradicionales modos de habitar. Su arquitectura era tan diferente que un crítico, no sin sorna, dijo que " si un marciano viniera a la tierra seguramente la comprendería mejor que los humanos".